La idea de un ángel guardián es bastante llamativa. Tener alguien
siempre disponible para que con su poder y sabiduría nos guíe por la senda
correcta es una idea que traspasa el límite de la fantasía y se arraiga incluso
en la religión.
La reina Marla tiene esa suerte. Ahriel es su ángel (Y ya
que de ángeles hablamos digamos que el genero de este ángel es femenino, lo
cual es trascendental en la novela), pero no la guardará lo suficiente como
para darse cuenta de que la reina es bastante mala a pesar de sus cortos años y
sus afanes de conquista, poder y malas artes harán que Ahriel termine en la cárcel de Gorlian y conozca ahí
el otro lado de la vida, el que llaman oscuro, el que está prohibido, el que
viven aquellos que algún día ella misma enjuiciara.
Nos gusta el tema de la novela y la construcción de la
misma. Se vuelve interesante a partir del momento en que Ahriel está en la cárcel,
aunque a ratos se hace lenta. Los personajes de la ciénaga son llamativos,
aunque nos habría gustado que la autora los trabajase más. No hay grandes
sorpresas en la trama, incluso algunos hechos son bastante predecibles. La
escritura es concisa, sin mayores profundidades ni florituras. Es una buena
lectura de verano (o de cualquier fecha) para quienes gustan de la fantasía y
además continúa en Alas negras. Haremos
una entrada de la continuación en unos días más.
Es recomendable como lectura de ocio.
Nos vemos en otra lectoaventura :)